Sevilla

Diseña tu estancia a tu medida

Ofrecemos una amplia gama de actividades

Descubre los encantos de Sevilla mientras aprendes, descubres y te diviertes. Nos adaptamos a tí, por eso no tenemos un programa cerrado para grupos. Tú eliges las actividades a realizar entre un gran abanico de posibilidades. Excursiones, visitas guiadas, clases de español, actividades lúdicas, gastronomía,…

Somos expertos en la organización de viajes y estancias para grupos de estudiantes, particulares y/o profesores, enfocados al aprendizaje de idiomas.

Sevilla es la joya de Andalucía por excelencia. Elegancia y colores son las cualidades que mejor la definen. Un paseo en barco por el Guadalquivir ofrece una visión completa de los monumentos de la ciudad. Por encima de los techos de tejas rojas se alza la Giralda, herencia del paso de los musulmanes. La población judía ha legado a la ciudad dos barrios apasionados y animados: Santa Cruz y Triana.

Guarda tal cantidad de atractivos artísticos, culturales, de ocio, sociales y turí­sticos que serí­a prolijo enumerar; pero que la han convertido en una de las ciudades más universales, conocidas y visitadas del mundo, cuna e inspiración de escritores, pintores y artistas en general.

Resultarí­a imposible encontrar en una urbe tantos, tan variados y tan singulares monumentos y lugares de gran belleza como la Giralda, la Catedral, los Reales Alcázares, la Torre del Oro, el Patio de los Naranjos, la Maestranza, la Casa de Pilatos, la Plaza de España, el Parque de Marí­a Luisa, el Teatro de la Maestranza, el Palacio de San Telmo, el Archivo de Indias, el Barrio de Santa Cruz, la Lonja, el Palacio Arzobispal, la Fábrica de Tabacos, el Ayuntamiento, el Palacio de las Dueñas, la Torre de Don Fadrique, las Murallas, la Basí­lica de la Macarena, el Museo de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo, la Alameda de Hércules, el Barrio de Triana, los puentes sobre el Guadalquivir, la Cartuja y las instalaciones de la Expo 92, los edificios de la Exposición de 1929, la Casa de Luca de Tena, los patios de sus casas tradicionales, los balcones y rejas, y un sinfí­n de iglesias, conventos y detalles que convierten su centro histórico en un museo al aire libre.

Si a todo ello le añadimos sus tabernas, sus fiestas y la gracia y hospitalidad de sus gentes, nos resulta un conjunto lleno de colorido, dramatismo, luz, música, alegrí­a, tradición y modernidad, difí­cil de igualar. A día de hoy, como antiguamente, Sevilla es deslumbrante durante la Semana Santa y la feria de abril, llenando la ciudad de gente.  Mención especial a su gastronomía, ya que  el tapeo es la forma de probar sus numerosos platos típicos en versión reducida, como el adobo y pescaíto frito, jamón ibérico, gazpacho y salmorejo, los caracoles….